miércoles, 2 de noviembre de 2011
Una invitación especial del Centro Cultural Los Patojos en Jocotenango
lunes, 18 de abril de 2011
13 lágrimas negras
working working working
lunes, 28 de marzo de 2011
Acción Te Amo Te Odio, Sin Ti No Puedo Vivir
martes, 22 de marzo de 2011
Niños Artistas
TE AMO TE ODIO, SIN TI NO PUEDO VIVIR
martes, 22 de febrero de 2011
poema
No es lo mismo escribirte un poema a mano que apaciguarlo en un ordenador blanco con una manzana como símbolo. No es lo mismo hacerte mención de las cosas que pienso y siento cuando tecleo estas teclas, blandas, sutiles, diminutas, cargadas con material genético extraído de mis uñas. Porque también en las máquinas surge el deseo, noctámbulo, indescifrable de componer música sin música, de morder polvo y de perderse en el frenesí de unas cuantas palabras seguidas de otras, como en un tren negro sobre fondo blanco y sus movimientos invertebrados. La poesía tendrá su poesía, sus palabras, sus modos, pero yo te escribo desde una macbook sin prisa, sin ganas de que nos escuchen los que fingen no escucharnos.
lunes, 7 de febrero de 2011
Esta es la portada del disco ANIGLAM de la Banda Radio Viejo, la cual tuve la oportunidad de diseñar. Este nuevo proyecto musical contiene rolas cargadas de existencialismo y de una postura fuerte ante la vida.
Algunas fotos de la presentación, en la página del Circo del Rock
viernes, 4 de febrero de 2011
Memorias de la Vida, Tu vida.
Hace algunos años el buen amigo Lui Donis de Radio Viejo produjo una canción con un mensaje fresco para la juventud. Esta rola se llamó "Tu Vida" y fue parte de un proyecto patrocinado y apoyado por la Procuraduría de los Derechos Humanos en Guatemala, quienes lanzaron una campaña en pro de la paz. Junto a Lui, Angel Godoy de la P.D.H. y mi gran amiga y colega Monique Schramme nos lanzamos a la producción de esta pieza audiovisual. Una linda experiencia de trabajo en equipo en donde cada quien puso lo mejor de si. El experimento tuvo buena respuesta y meses después de su lanzamiento oficial se ganó el premio a mejor videoclip centroamericano en los premios Ícaro del 2005 o 2006. Ahora, con un poco de nostalgia por esos tiempos y por los proyectos de aquella época, lo publico acá para seguir compartiendo el mensaje de Radio Viejo.
Canción "Tu Vida", de Radio Viejo.
Video por: "Hecho en Casa"
Crew: Chente
jueves, 3 de febrero de 2011
esto es lo que hay
Yo no existo en google ni en buscadores similares, existo en el pan, en el hambre. Existo en las aguas claras y en las oscuras, en las mañanas sin destino y en los ojos rojos de los que se disponen a decir la verdad. Yo no existo en las vallas ni en las vitrinas, mi esencia no caduca como los productos del supermercado, yo no exploro aeropuertos ni me divierto en vacaciones con sol y bronceador. Yo no existo en Manhattan, soy un espectro que se disuelve en la normalidad de una calle ancha en Tokio, yo no existo en los itinerarios de ningún vuelo, ni en los listados de la CIA. Yo no existo en las tardes soleadas, ni en los brazos que acarician a las mascotas. Existo en el silencio, en las ganas de partir en dos un instante de elucubraciones, en las ganas de hacerse uno nube en una madrugada limpia. Yo soy el esperma, la sal. Soy el éxtasis de las 3 de la tarde sin testigos. Yo no existo en la banda ancha, ni en las conversaciones de más de 5 personas, yo no soy el amigo del grupo, no soy el vecino honorable, no soy el ganador del trofeo, ni de los platos de bronce con inscripciones y fechas. Yo no existo en la colectividad, yo no existo en la montaña rusa, ni en los menús ejecutivos de los restaurantes baratos de las zonas exclusivas. Yo no existo en el confort de unas monedas bien ganadas, ni en la idiosincrasia de los creyentes. No vengo del molde de los reaccionarios, ni levanto pancartas de lunes a viernes. Yo no existo en tu eco, ni en las generaciones venideras. Existo en el sonido rayado de un acetato sin dueño. Existo en los prismas de los espejos, en las partículas de polvo, en los orgasmos predestinados por estrellas y constelaciones. Existo en la cama extraña en donde hay versos que no concuerdan, en los errores ortográficos, en las trompetas de madera. Existo en el Cristo tatuado en el brazo de un viejo marino. Existo en las mareas altas, en los procesos lunares. Existo en las flores marcianas que comen moscas a medio día, en las vejigas adicionales de los camellos, en las pirámides de arena. Existo en un libro prohibido lleno de apuntes y teléfonos. Yo no existo en las patentes, ni en los rezos, yo no existo en las sabias palabras, yo no existo en las malas palabras, yo no existo en diccionarios. Yo no existo en los planes de expansión, en las listas de empadronados, en los votos celestes, en los partidos políticos. Yo no existo en las noticias, yo no existo en las calles azules ni en las rojas ni en las negras. Yo no existo en estos versos, existo en las líneas en blanco en donde existen también mis demás existencias, mis muertos, mis ganas, mis nombres secretos. Yo no existo en la tasa de mortandad, ni en las mentiras que nos dicen desde siempre. Yo no existo en las rosas, ni en diciembre. Yo no existo en las manchas de tinta o de vino del pasado. Existo en los reflejos de los cristales de los autos, en las alacenas de gente olvidada. Existo en documentos de Word, en carpetas sin nombre que pesan menos de 10 kilobytes. Existo en los sueños de un niño despierto que no puede soltar la tristeza, en los bolsillos vacíos de un viejo que ha dejado de soñar, en las ganas de un plato de mariscos, en una playa privada y sin acceso. En un club nudista a donde solo llegan ciegos que arrastran una desnudez extraña llena de pezones. Yo no existo en estas palabras, yo no existo en las otras, ni en las anteriores. Yo no existo en los perros de nadie, ni en las lunas llenas, ni en las alas de las mariposas. Yo no existo en estas palabras y estas palabras no existen en mí.
fotografía: Selene Mejía
sábado, 29 de enero de 2011
Sometimes
A veces también los animales son groseros, imitan a los humanos, se hacen popó en público, pelan los dientes. A veces los arcoíris interrumpen conversaciones en donde por una probabilidad matemática la verdad pudiera danzar desnuda o el tiempo pudiera estar dando pistas de sincronía. A veces los tambores aburren a los guerreros y el perrito de Pablov deja la galleta, detiene su salivación y mira televisión nacional. A veces llegar tarde es un acto heroico parecido a desmembrar a un espectro ante un jurado de niños ateridos de espanto. A veces los buses generan melodías asombrosas lanzando bocanadas de humo negro mientras aniquilan todo rastro de vida a su paso. A veces los días negros son memorables, y no por una mera ironía entre el escándalo ni mucho menos para justificar un discurso, si no simplemente porque son negros y ese color es parte de la ausencia, es un espacio, es un silencio.
foto: Selene Mejía
miércoles, 26 de enero de 2011
Un poema para ser leído con una banda de rock
Los pasos dados por un hombre sin rostro, son los pasos no dados por todos los rostros del mundo, la esperanza se cobija con los huesos de los delirantes. Solo en ocasiones especiales saldrán a la calle a realizar memorias en formatos no convencionales. Son actores del momento, y solo se rigen por un comportamiento molecular y por un estado de gracia iluminado por la gran danza de los asteroides y las mariposas. Una masa cotidiana se vuelve loca bajo esta peregrinación de pájaros azules, pero no entiende de su procedencia ni del porqué, aunque a estas alturas del tiempo, ese “porque” sea un “por quién”.
Delirantes, caminantes, especímenes raros, locos, modelos a no seguir, roturas efímeras del stablishment. Señores de sacos de colores pueblan las regiones menos transitadas de la existencia y en silencio cargan lo que el mundo debería cargar, si tan solo las bandadas de pájaros en el verano no fueran invisibles. No fueran invisibles. Deja Vu! Loop! Deja Vu!
Un hombre en llamas camina por la calle principal de un mundo a oscuras, un hombre en llamas toma un momento para saludar a otro hombre en llamas que camina por el otro lado de la banqueta. Un hombre en llamas hace su tarea, deja un memo, corre tras los pájaros invisiblemente azules que emigran hacia los costados de una ciudad cansada y prohibida.
Cansada y prohibida, cansada y prohibida. Una ciudad a oscuras, cansada y prohibida.
Los anteojos oscuros de un hombre sin rostro frente al espejo, sin nada qué perder, son almacenes de fantasmas mal acostumbrados a la procrastinación. Ese deporte legendario de los soñadores que hacen tiempo mientras el tiempo se desvanece en andenes y estaciones de trenes imposibles. El hombre frente al espejo, aún conserva sus anteojos oscuros, y nadie puede o nadie debe ver sus ojos, porque allí está su verdad.
Su breve y minúscula verdad. Su gran misterio, su alma hemisferio de lunas y eclipses. También los pájaros, también los pájaros y su presencia azul invisible.
Un hombre desnudo corre por los pasillos de un edificio deconstruido en sueños. Nadie le ha visto andar por los caminos intransitables de la soledad. El frío se hace leve cuando entre la gente aparece un hombre en llamas y le brinda una instancia de abrazos y cobijo, algunas palabras que están escritas en este manuscrito, pero que no leeré. Algunas frases aparecidas en la memoria, mapeos y señales, rocas y flores, pájaros desquiciados que vuelan al final del horizonte. Deja vus! Y mensajes cifrados en las contestadoras del universo. Gatos amarillos y secretos escritos en tinta china.
Este cielo inmenso es un testigo indomable, sobre la cabeza del hombre en llamas, sobre la cabeza de un hombre en llamas y en silencio. Los sabios han tratado de encontrar las palabras adecuadas para explicarle al resto del mundo sobre las apariciones, los poetas han trabajado incansablemente para dejar un registro, los cantantes olvidaron ya que olvidar también es una forma de representar a la memoria, porque el hombre en llamas no necesita de discursos ni de certámenes de belleza. El tren que toma es un reflejo del mundo y sus declives, las escapatorias de las gentes que tienen que salir a correr tarde o temprano, los hombres sin rostro se siguen observando al espejo, los hombres desnudos hacen fuego en las plazas centrales y un caballo sublime recorre rápidamente el tiempo con sus alas de fuego.
El hombre en llamas hace una señal al vacío, recoge un puñado de tierra, hace las paces con los pájaros invisibles y decide subir al volcán y beber de la teta de su madre, olvidada ya por el resto, como en un Deja Vu! Como en un Deja Vu!
Estas palabras son una sinfonía de silencios, un hasta aquí, un acto azul. La celebración de los huesos andados, de los ojos abiertos, de la sal y las migraciones de pájaros. Un cobijo legendario, unas ganas de todo, un hombre en llamas, un pasillo poblado de memorias. Un canto de hombre en llamas, un deja vu! Un deja vu! Un deja Vu!