Justo cuando comienza el invierno, ese espectro mojado que nos cala por lo general hasta el alma, se me aparecen estos
versos de cuando yo andaba por lo 19 años y todavía disfrutaba del moho de esos inviernos perennes que lo encierran a
uno en los cafés, en las casas de mujeres tibias o en esas melancolías que llegan hasta el final de la estación... Fue muy
divertido encontrar estos escritos, los comenzaré a publicar en este espacio por el gusto de releer la vida y ver cómo
nos hacemos viejos de verano en verano , de invierno en invierno... Hay que contar cuántos inviernos hemos sobrevivido
cuántas lluvias jamás nos desvanecieron... Por supuesto son para todos los compas y sisters...
salú y agarreparaguayá
marre
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