De cuando en cuando una pista de asombros
y una marea divina de almas petrificadas
ante el colorido espacio...
Un paso mas sobre la carretera
esa autpista de lejanias invisibles
y gente con trajes escondite.
Parecido a un mar bravo
cuyo oleaje se refuerza con cada
parpadeo.
Esta es la banqueta
en donde todas las esquinas se arrulla
a si mimsa.
Esta es la vitrina en donde
cada gesto es uno
y todos son espuma atemporal
y ruido.
Deambular campante
sobre un caballo invisible que
me desnuda sobre los hombros
de los que apenas y voltean
van de prisa.
Estas calles,
dorado espacio en ruinas
en donde cada segundo
es el ultimo.
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