sábado, 23 de febrero de 2008

now

Hacer hacerse, devolverse en un segundo
Sin espera, sin miedo.
No queda más que hacer si no ese
Segundo preciso.

Ese rastro de cola de cometa
Que los ojos lloran o sonríen
También en ese segundo preciso.

sábado, 16 de febrero de 2008

poema pensando que soy oliveira y vos la maga

(Para la chica que baila con los tiburones en Borneo)

Qué te puedo mencionar del amor que no sepas,
Que no sabemos mucho,
Que nos arrastra desde su inexplicable yacimiento
Y se oscurece el día y brilla de noche
Como de costumbre sin aviso y con ganas.
Muchas ganas.

Qué te puedo mencionar del amor,
Que no sepas.
Si no esa prehistoria de silencios y estallidos
Y trompetas y locos y mares y sueños.
Palabras que se vuelven gestos, que se vuelven
Roces, que se vuelven nada y todo al mismo
Tiempo, y el amor y sus demonios…
Y sus dioses ebrios y cada segundo que lo repito
O trato de mencionarlo
Vuelve esa sombra conocida
y el universo se mueve
desde su eje abstracto.

Quizás del amor te podría mencionar algunas cosas
Pocas, pero las menciono siempre con cautela.
Te podría decir sobre el desorden,
que es una plataforma lúdica en donde jugamos a encontrarnos,
O te podría mencionar que antes y después no queda
Si no el misterio de los gatos y tus pupilas dilatadas,
O las camas en donde uno se conoce hasta desconocerse
O los silencios seguidos de risas solemnes
Que parecieran ser las últimas aunque lo sean,
O esos mismos silencios seguidos de llantos locos
Cuyo nacimiento solo puedo atribuir a las nubes.

Lluvias y pamplinas, sexo y sexo y sexo…
Y del amor te puedo mencionar solo las cosas mencionables.
Como por ejemplo que no como, que no duermo
Que no vivo, pero que también se mentir
Y también se jugar el juego de las mentiras más verdaderas…

Pero esas cosas no se mencionan
Sin hacer temblar por un segundo al universo.
El solo hecho de pensarlas, me hace un dibujo de
Pájaros bulliciosos en la melancolía.

Por eso a veces prefiero del amor decir muy poco,
Hablar de revoluciones es a veces más práctico,
Es más, muy de moda. Hablar de filosofía o de política
Y hasta de crushé, se vuelve por momentos
Un deporte para olvidar que hay temas de los que tarde
O temprano se tiene que hablar.

Así que cuando llega el momento
Con una sonrisa y media botella de vino en el alma
Desnudo a mi querido y viejo amigo el amor
Y te tiro una sarta de incoherencias de esas de las que
Nunca se deja de hablar.

Y vos, como es común, preferís dejar de hablar con esa
Postura divina que aniquila a cualquiera
Y te pones a llorar, a sonreír, a perder el tiempo en
Cualquier sócalo o gato o quehacer o retrato familiar,
Mientras yo perdido…. En pausa.
Con el huracán del quererte decir todo de una solo puta vez,
Solo quedo tendido entre tu boca tus ojos y tu no se que
Y mi rostro pálido y pendejo.

Por suerte es que somos muy cercanos
Tan cercanos que no me importa perder mi hombría
Abriendo el corazón de un tajo.

Por suerte es que somos una solo cosa,
Por eso cuando el tema sale a luz
Yo prefiero seguirte hasta el final del tiempo
Con una sonrisa que sigue a la tuya
Y con un fe de roca…
de donde se sostiene este nuestro universo inventado
Estas nuestras ganas de comernos
Esta nuestra pequeña historia de amor
Sin subtítulos ni ciencia.

miércoles, 6 de febrero de 2008

poema de oficina 2

Derribar la puerta
y el marcar tarjeta.
Hacer palabras con botones
aunque nos quedemos
sin palabras

poema de oficina

La cara dura del viento
al final de la tormenta
los ojos inmensos pero anclados.
La megalomanía inquieta
perdida en el bosquejo
del bien y del mal.

Los ojos rojos y la mirada atenta.
Estar y saber que no se está…
Marchar con las lunas llenas
y sus lunáticos,
con un suéter oscuro
que nos hace invisibles.