martes, 27 de febrero de 2007


Amarte es una pelea de cocodrilos mansos

que matan con la boca apretada,
el río terco que prosigue,

las víctimas que no regresan.

Amarte es una noche de tráfico

y lentejuelas de chicas groseras

que vienen a pedirme fuego

con la nariz chorreando.

Amarte es tan solo

un eco de fantomas grises desvaneciéndose por momentos.

Es eso que persigue a mi sombra

que se ha muerto ya

desde que no volteo de noche

con las luces encendidas.

Amarte tiene ganas de morir,

o de nacer en otros vientres,

con otros nombres,

con otros amartes menos transitorios.

américas post sobredosis


La vida es una bola de nieve,
una avalancha con síndrome de golosidad,
hasta en sus más terribles estados.
Lo sé porque aún devoro helados de chocolate bajo la lluvia,
con las lágrimas cayendo por los suelos...

viernes, 23 de febrero de 2007


Es tranquilo morirse de la pena,
llevar maletas prestadas
y relevar a los muertos.

Es real.
Es tranquilo no perturbar a los santos,

es complicado no hacerlo,
pero es tranquilo.

Es tranquilo ver en tus ojos

la llama de la muerte

y no apagarla con una palabra,

un acto o cualquier cosa.
Es tranquilo seguir mintiendo,
es simple,

la vida está llena de tranquilos,

ellos la dirigen.

miércoles, 21 de febrero de 2007

just

Así de simple...
viajarse el tiempo sin auto
cuando la noche esté inquieta,
en su esquina negra,
en su luz neón,
en su puta triste
y en su ebriedad solemne.
en su pretérito
amoral
o en un presente
sin alas...

paciencia chicos

Las letras de los desesperados tienen un aire de neumático,
un vaho de silencio lleno de escándalos
y roces secretos sobre los cubrecamas
de habitaciones continuas que no continúan.
Las palabras arrancadas
de la modorra incoherente de los desesperados,
tienen manchas amarillas que cubren el miedo
y relámpagos que suenan en off
y llueven sin aviso
mientras alguien alcanza a leer la palabra ventana
escrita con celeste en el blanco seco de una bond de 60 gramos.
Y estas palabras que forman el prólogo prematuro de los desesperados
ya no tienen balas, ni espacio para detonaciones.
Todo queda reducido a respiraciones que recobran el ritmo
y lo pierden de nuevo.
Los desesperados llueven con la lluvia
y jamás encuentran la prenda seca que los cobija del delirio.
Esas palabras tienen un peso de cadáver,
una fragmentación de verborreas fragmentadas,
una reiteración de imágenes moribundas
que persisten en recobrar el aliento.
Los espectros de los desesperados son predadores simples masticando
el tiempo, los muros, las ideas, los presagios.
Predadores ciegos que comen en la misma mesa sin cubiertos,
los ángeles se suicidan sin nota, los peces no se multiplican,
los vientos arrastran mares extranjeros,
orillas de mundos que no concuerdan.
Los desesperados hablan solos, ríen solos, mueren solos
y solos con sus palabras, a veces anotadas, a veces a salvo,
tienen algo último siempre que decir,
aunque ni siquiera lo mencionen…

sábado, 17 de febrero de 2007

us and them

Secar las lágrimas dispersas sobre la locura
en una disertación acerca de instantes y delirios.
Almacenar siempre una sonrisa mojada,
gris nacimiento de la belleza.
Ángeles sorprendidos siguen volando sin empleo.
Los he visto yo en mi ocio de roca en el pico de la montaña.
No ir de pronto detrás de los que van por siempre,
tranquilos en sus coches privados...
Ir solamente por momentos,
o desaparecer por allí como los gatos.
Solo mañanas prestadas y tiempos cálidos con lluvia.
Una palabra menos en el diccionario de las cosas,
un nombre más en los libros de cuentas.
Las lágrimas no cesan, no aprendieron a cesar,
los niños duermen intranquilos
llenos de sueños sin padres
y turbulentas nubes acarician con fuerza
el delirio fantasioso de los presos.
No poder mentir jamás, la verdad antes que nada,
la cárcel de los obsesivos con sus trajes planchados
y las amantes desencantadas duermen con otros.
Un momento de meditación entre una lágrima y otra.
El día de los que caen constantemente.
El mundo es una antorcha en donde arden los tibios,
dios me lo contó congelado y serio.
Solo sé que seguí por el camino de los necios
como un heterodoxo.
Ya no puedo más saber,
lo que apenas y se sabe,
sólo permanezco tendido,
roca en el pico de la montaña,
sin ese rodar magnífico de los caídos,
de los que siempre tienen algo nuevo
y silencioso que contar.

jueves, 15 de febrero de 2007

manifesto


Ya no sé ni para quién escribo,
ya no sé ni para qué,
ni cómo, ni por dónde...
Solo sé que mis manos se deslizan
en la ausencia con mis temores y mis rabias,
y mis héroes mueren entre líneas,
y mis demonios resucitan sin milagro,
y las horas se desperdician con sus sístoles y sus diástoles,
y el mundo sigue siendo el mismo
aunque se cambie de ropa con una vanguardia televisada
que paga la renta de algunos...
Ya no sé ni siquiera de mis líneas,
ni de mis asuntos soberbios
entre dactilografías y retablos verbales,
soy como un mono sabio sin gracia.
Yo ya no sé si voy, o si estoy, o si me quedé.
Yo no sé si vale el papel sobre papel
y la escarcha de la melancolía
o el hastío que no vende ni siquiera un tiempo compartido.
Este estado de nirvana sin milagro, de cuerpo sin tenis,
De naufrago dormido.
Es una concha de animal imposible,
las líneas también hablan de eso.
Yo ya no sé si el decir o el no decir funcionan
entre las gramáticas y las posibilidades de los ojos despiertos.
Decirte una palabra por escrito no desaparece tu hambre,
morirme con un verbo y despilfarrar la ortografía
también podrían quitarte el frío, o el dolor,
o las ganas de saberte cerca de algún tótem sagrado...
pero no lo logran.
Yo ya no sé ni mis líneas
y esta vez es posible el silencio,
yo ya no sé ni mis sustantivos,
tan quietos sin fiesta, ni guerra, ni niños jugando.
Tengo un sin fin de lobos rabiosos
entre los cuadernillos del escritor que soñé ser algún día.
No sé ni de mis tramas, ni de mis encierros
sonando a máquina de escribir sin escribir.
La verdad también es una palabra llena de letras y silencios,
La mentira es una posibilidad entre las comas
que se sostienen con miedo llenas de preguntas...
Cómo decirte o repetirte que ya no sé ni para qué carajos escribo?
Como fingir una sonrisa cuando las palabras alrededor
solo hablan de verdades lloronas.
Es una lástima decía algún lector,
que la poesía se haya muerto tan temprano.
Es una tragedia dijo algún día mi madre,
que escribas tanto y ganes nada.
Es una perdida total del sentido repito yo
escribiendo la frase misma que me hace añicos la cordura.
Pero hay textos... Hay pedazos y frases y puntos
y cosas que tengo que decir tarde o temprano.
Sobre todo cuando escribo que no sé para qué escribo.
y pregunto por los objetos de la vida,
por esa vida llena de objetos y ausencias, y marcas y utopías...
Una utopía me lleva todo los días de casa a la calle,
de la calle a los sueños, de los sueños a las deudas,
de las deudas a la realidad, de la realidad al percance,
del percance a la sonrisa, de la sonrisa
a los golpes ininteligibles de la existencia,
y de la existencia a esa manía morbosa de dejarlo todo por escrito.
Por eso sigo preguntando, por eso mismo sigo
llenando libros y libros de cosas que se dicen con papel.
Papel y tinta, melancolía, amor, café, mundo, calle, tus ojos
en la nada parecen perfectos para comenzar a hablar.

Así solo, perturbado y celeste
como un pájaro de acero que solo mira las cosas desde un aire frío,
solitario y mudo tengo deseos carnales por abrir la boca sin abrirla.
Por romper el silencio sin un ruido,

por llenar otra hoja virgen y perturbar un poquitín la realidad.
Así cuando ya no sé ni siquiera para qué escribo,
o el porqué de mis palabras escritas,
diré sin pena ni vergüenza
escribo porque sí,
porque sin no lo hago alguien más me escribirá dormido,
tirado, lúcido, escapando de una cosa
que ya tiene las palabras hechas y no necesita de mí.

miércoles, 14 de febrero de 2007

El universo abre sus ojos con tus ojos
y yo sonrío sabiendo
que algo más grande sonríe despacio
y sin envidias...

A los supervivientes...a los que quedan

Decidí el tramo largo...
El avión sin escalas,
la cortina más espesa,
el plato más caro.
Decidí con los ojos abiertos, claros...
Los pies donde tenían que estar
y la vida firmando los contratos.
Y Aquí estoy,
con los ojos abiertos,
la realidad como prueba
y el camino ya transitado de los necios.
Podría ser el más cursi de los poetas...
Podría ser...

de times new roman punto 12

Las nubes nos llevan en sus fantasías,
nuestros cerebros dicen la verdad,
no le creas a los sabios.
Ellos también las vieron...

viernes, 9 de febrero de 2007

unas palabras sonrientes

Sonrisa, a medio filo la sonrisa,
a punta de pistola y ganas de llorar la sonrisa...
A puntapiés, a empujones, a cañonazos.
Esa maravilla del delirio y sus delirios,
esa maraña de desembocaduras,
esa costra última, la sonrisa.
Sonrisa aunque me duela sonreír y nadie se percate.
Aunque no estés, aunque me disparen, aunque me maten,
aunque no haya porque sonreír, una sonrisa.

lunes, 5 de febrero de 2007

frrrreedom

Un aquí, ahora mismo, un eso, un más a allá...
abrir los labios, llevar a cuestas,
sangrar, llorar, cagar, vomitar, doblarse del dolor
y entonces...

Un rayo de luz,
una chispa de dioses ebrios
de largarse,
tomar maletas inventadas
lanzarlas por las ventanas
y viajar desnudo
como un perro
de la calle,
que es una de las más dignas
ocupaciones.

Un aquí y ahora mismo,
vomitar en rostros
la voz interior,
tomar un tren, un avión, un bus
caminar tan sólo,
ser.

Dormir con la conciencia
tranquila
y recordar sonriente
que valió la pena
pasar por aquí.