lunes, 9 de febrero de 2009

Un poema para pasado mañana

Poemas sin destino,

¡Que bellas rutas para manejar un ferrari!

Pasarelas en donde nadie salva su vida,

Aeropuertos que solo traen visitas.

El poema más bello del mundo,

Fue escrito en un papel que se extravió

Misteriosamente.

Algunas palabras solo denominan las cosas

Por encargo.

Necesidad de ver una manzana desde

las fosas nasales,

o estopear un paisaje

con una declaración de amor.

Los otros que nos leen en secreto,

Son secretos como la verdad

en un bosque encantado,

A veces nos vemos plenamente,

Con un absoluto de decirnos que no hay absolutos.

Desahagamos los poemas con costuras de oro,

Mantengamos la calma durante 100 años,

Hagámonos lentos, invisibles.

Hagamos Julios Cortázares todos los días.

Peguemos recortes en la nostalgia,

Devolvamos una ballena a su cuento vendido.

Regalemos órganos, pelemos patatas,

habrán concursos para tomar la siesta,

Melancolías imposibles de apuntar

en una sola vida.

Dibujos de elefantes que pintan con las patas

Habrán certámenes de Locura,

Desiertos de agua,

Lentes oscuros para la noche,

Pieles que sabremos de memoria.

Poemas sin destino para estrellar autos de lujo,

pesadillas sin miedo, ángeles traficantes de algodón.

Palabras cursis que no se leen a menudo

Como carbón, canchinflín, retromancia,

Albaricoque, letanía, osa menor, jocotes.

Qué delicada vida que es la vida,

Con sus perversidades de cajón de juguetes,

Y sus maravillosos lobos de cuento de miedo.

No hagamos poemas este día,

Desdibujemos palabras con la mente

Hasta que nos quedemos desnudos

En el más sublime de los finales.

Que es otro principio, otro mar,

Otra ruta para estrellar nuestro Ferrari.