lunes, 28 de diciembre de 2009

Exposición 13 lágrimas de cocodrilo




Como lo anuncié hace unos días, el día 13 de diciembre logramos con los buenos amigos Aida y Daniel, del espacio para las artes Libélula, montar sobre una lancha una serie de pinturas, una hielera llena de cerveza y un altoparlante improvisado. La idea era darle la vuelta al Lago Petén Itzá, fuente de vida del pueblo petenero y supongo también, fuente de inspiración para la civilización Maya.

Sin ánimo de entrar a radicalismos ecologistas ni banderas políticas, me dispuse a pintar una serie de cuadros que sirvieran de pretexto para acercarnos a un público joven e infantil y ¿por qué no? Hablar de lo que sí es importante: “Proteger nuestra naturaleza”.

Lo que más me sorprendió fue el apoyo de varias personas, quienes sin más, ayudaron al desarrollo de la actividad de varias formas. El señor que reparte periódicos en la zona, nos prestó su altoparlante, nuestra querida amiga Lorena Castillo nos prestó una Lancha, los amigos del Hotel Camino Real nos apoyaron invitando a todos sus huéspedes y hasta prestándonos una batería de auto para que el altoparlante pudiera funcionar. TAG o Transportes Aéreos Guatemaltecos nos apoyaron para transportar la obra hasta el Petén. Los amigos del Hotel Maya Internacional nos tenían listo un coctel, al igual que la gente del restaurante Raíces. En fin, tanto apoyo de corazón, sólo nos da una idea: “La humanidad conserva el buen feeling y causas como la protección de nuestros recursos naturales está latente en los corazones de los buenos habitantes del planeta.

La exhibición nos dio una vuelta de 360 grados a nuestras maltratadas mentes citadinas, pues la experiencia del aire puro, el agua salpicando y bautizando cada cuadro y la respuesta del público, que no se esperaba dicha actividad, nos dieron satisfacciones espléndidas.

Lo que más nos dejó sorprendidos fue la conciencia despierta de los más jóvenes habitantes de la zona, quienes están completamente convencidos sobre la importancia de proteger ese tesoro natural. Conversando con ellos, regresamos con las valijas llenas de esperanza, pues sabemos que hay nuevas generaciones que seguramente harán de este planeta un lugar más lindo para vivir.

No cambiamos el mundo del arte, no hicimos algo de primera plana, pero lo que vivimos navegando por esa vena maya, fue un verdadero regalo de la vida. La muestra estaba formada de personajes mágicos que protegían la naturaleza, desde cocodrilos hasta tatas y nanas ancestrales. Animales y seres mitológicos, quienes nos miran tras los arbustos y guían nuestros actos.

13 lágrimas de cocodrilo, fue un juego pictórico lleno de gestos amigables que llegó a su destino. Esperamos sea la primera de muchas actividades similares que abran las posibilidades al diálogo con las comunidades de diversas zonas del país, sobre todo porque el arte permite ese acercamiento y una dinámica abierta en donde todo el mundo puede expresarse.

A través de este espacio quiero agradecer a todas las personas que apoyaron de una u otra manera para que pudiéramos hacer este viaje surrealista al centro del mundo maya.
Gracias Libélula, Gracias Petén.
Para ver más fotografías: http://www.artemarre.blogspot.com/




jueves, 3 de diciembre de 2009

13 lágrimas de cocodrilo


13 lágrimas de cocodrilo es un ejercicio vivencial, un happening basado en elementos básicos: La amistad, el arte y la buena energía. Punto de partida y combustible emocional para deambular por el universo maya y navegar los oleajes del Lago Petén Itzá, compartiendo imágenes inspiradas en los cuentos para niños, estados en los que el alma encuentra protección, magia y alegría.


La muestra está inspirada en personajes poderosos que protegen al Lago y a sus habitantes, un sueño de conservar el regalo de la vida y la naturaleza. Así como los ancestros veneraban los recursos naturales, 13 lágrimas de cocodrilo es un acto simbólico para reflexionar sobre la belleza natural que aún está en nuestras manos proteger y de la cual todos debemos ser partícipes.

Nota: Esta es una muestra de pintura itinerante, que viajará en un pequeño bote por diferentes puntos del Lago Petén Itzá. La muestra es organizada por el espacio para las artes Libélula y es parte de una serie de propuesta a realizarse en Petén.