viernes, 2 de marzo de 2007

A los desterrados, a los exilados, a los....


Llegar al destierro,
entre aplausos aún tibios y miradas de cortesía,
y el mundo es una rueda pirotécnica.
Llegar al epicentro de la neurosis
y descubrir que todo gira
en torno a una nada voluntaria,
y fantasmas
y letanías con la boca llena.

Nadie remite, nadie permite,
solo un esqueleto nos dará la palabra precisa.
Sólo un dinosaurio de roca
fundido en mitad del abandono.

He visto sus rostros,
congelados a media tarde,
he visto sus huellas dormidas en la melancolía.
Y he llegado al destierro
que es el abrazo más cansado y nervioso.
Los gestos no importan más
en esta vitrina de moribundos,
el infierno es un contrato perdido,
una manga más larga sin cura,
la más desquiciada amonestación.

2 comentarios:

Vueltegato Editores dijo...

molto grazie...

Unknown dijo...

Un besote desde la fria Dinamarca para mi amiguito del alma.