jueves, 4 de enero de 2007

Entonces algo pasó...

Abrió los ojos,
abrió la puerta,
dejó que el aire corriera,
y la vida se volvió una suerte de
ferrari testarosa.
Un reinicio, otro,
algunos más,
¿Cuantos reinicios podremos experimentar en esta autopista?

1 comentario:

Vueltegato Editores dijo...

reboot, reboot, reboot...

hay que reinventar cada segundo, mientras los dogmas se revientan la tristeza en las piñatas del olvido...